Una abuela de 86 años escribe una carta viral para que adopten a su perrita
Todo el que tenga mascotas en casa sabrá que un animal requiere mucha atención y cuidado. Hay que proporcionarle un trato digno y, si tú no te encuentras en plenas facultades para hacerlo, debes buscar alternativas que se hagan cargo de la mascota. Algo parecido le ocurrio a esta anciana de 86. Fue internada en hospital y, como ya no podía hacerse cargo de su perrita Lola, mandó una carta emotiva para que alguien la adoptara. Una vez más, este tipo de relatos nos conmueve totalmente.
Nilda Villagra, de 86 años y originaria de Argentina, fue ingresada en un hospital de Rosario con varias fracturas. Lamentablemente Nilda ya no podía volver a andar y, cuando salga del hospital, será ingresada en un geriátrico. Más allá de pensar en un estado de salud, la anciana estaba preocupada, sobre todo, por su perrita Lola, ya que a partir de ahora no le podría ofrecer los cuidados oportunos. Nilda decidió llevar a cabo una peculiar acción: escribir una carta en nombre de Lola. Su gesto la convirtió en viral.
Así era la carta:
“Me acerqué a la puerta de un zaguán, agotada por completo. Por amor a los animales y compadecida de mi estado, la señora Nilda, dueña de ese departamento, me permitió entrar en su casa y con premura me recogió. Llamó a un profesional veterinario y con sus cuidados y poco a poco fui recuperando mi salud y apariencia”, explicó.
“Ella pensó que una vez que yo recuperara mi salud me pondría en adopción en un hogar donde me brinden cariño, cuidados, condiciones de las que fui huérfana desde que nací. No sé si fui castrada o nací estéril. Los médicos que me revisaron o aseguraron el motivo de mi esterilidad. Por lo tanto, no tengo los períodos de celo”, menciona.
La perrita Lola reflexiona sobre la separación con su dueña. “Ella está internada en un policlínico y yo provisionalmente soy atendida por una persona que colabora momentáneamente hasta que aparezca alguien que me acepte y me brinde su hogar y su cariño”, ccomenta.
«No está en nosotros, mi ama y yo, proseguir nuestra vida juntas. Ella tiene 86 años y su estado de discapacidad le impide dedicar la atención que una mascota requiere. A pesar del dolor que representa esta separación, ella tiene mucha fe en que el Creador bendecirá la misma”, aañade.
“A la persona o familia que reciba a Lola, mi agradecimiento eterno. Me producirá gozo con el tiempo saber algo de ella y de la persona que me adopte. Con mucha tristeza, pero a la vez con mucha fe, que se cumpla mi deseo. Ruego al Señor que colme de bendiciones a todas las personas que intervinieron en esta cruzada solidaria”, concluye la emotiva carta, a la espera de alguna persona que quiera a su mascota Lola por el resto de su vida.
¿Qué te ha parecido esta enternecedora historia? ¿Qué harías tú por tu mascota?
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