6 hábitos para tener siempre unos dientes blancos (y sanos)

2. Elige los alimentos adecuados

Como sabrás, hay alimentos que amenzan tus dientes blancos. El café, el té, el vino (rojo y blanco), la fruta roja (arándanos, moras, cerezas, frambuesas, uvas, granadas), la remolacha, las salsas oscuras (Kétchup, soja), las espinacas y las alcachofas, las especias rojas y amarillas… alteran la coloración natural de los dientes y crean manchas. Otros como la naranja o el limón resultan muy ácidos y pueden dañar el esmalte.

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Si sueles tomar café, intenta que sea con leche.

En este caso no se trata tanto de no ingerirlos, sino de reducir su consumo y que cuando lo hagas, te laves bien la boca para que minimices sus efectos. Como verás en el consejo siguiente, no lo hagas nada más consumirlos, sino que es recomendable esperar al menos unos 20 minutos para cepillarte y menos de una hora.

En el caso de tomar café mejor con leche y si te enjaugas la boca con agua después, sus taninos serán menos agresivos.

Saber Vivir

Si utilizas colutorios con clorhexidina, son eficaces para combatir la placa bacteriana, pero usados habitualmente pueden dejar manchas de color oscuro en los dientes.

Y lo mismo ocurre si tomas suplementos de hierro, que crean manchas marroncitas pero que se eliminan fácilmente en una limpieza dental.

Asimismo, puedes añadir a tu dieta alimentos con propiedades blanqueadoras, como los que te proponemos a continuación.

  • El brócoli y la coliflor: que al requerir mucha masticación, hacen que el cuerpo segregue más saliva y actúe como un limpiador natural.
  • Las fresas contienen una enzima que hace que los dientes estén más blancos.
  • El ácido láctico (de los lácteos) fortalecen el esmalte y los blanquea.
  • Las manzanas también son un limpiador natural.
  • Y el apio contribuye a mantener los dientes blancos y las encías sanas.

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