Mascarillas: todo lo que tienes que saber sobre su uso (correcto e incorrecto)
Las mascarillas se han colado en nuestras vidas y parece que van a estar una temporada con nosotros. Usar mascarillas, nos protege del coronavirus. Eso es incuestionable. Pero es importante no solo usarlas, sino usarlas bien para seguir a salvo.
Cómo colocárnolas, cómo desinfectarlas y cuáles, dónde se reciclan, cómo guardarlas… vamos a darle respuesta a estas y a otras preguntras para que todos usemos de forma segura y responsable nuestras mascarillas. Por nosotros y por todos los que nos rodean.
Pero antes de empezar con lo que es importante tener en cuenta para usar mascarillas, hay que recordar las normas fundamentales para mantener a raya al coronavirus.
- Mantén la distancia social, aunque tengas mascarilla. De 1 a 2 metros.
- Lávate las manos (correctamente) a menudo.
- Cúbrete al toser.
La vuelta a la «nueva normalidad» y el reencuentro con amigos y familiares, hacen que se nos olviden esos puntos. Y sabemos que es difícil cumplir todas esas normas, y sobre todo no poder abrazar y besar a los tuyos, pero hay que seguir aguantando para poder seguir hacia adelante.
1. Cuál es la posición correcta de la mascarilla
Ni en el codo, ni en la muñeca ni en la frente, ni en el cuello, ni por debajo de la nariz, ni de diadema, ni de antifaz…. la mascarilla se tiene que poner en la cara y tiene que cubrir desde la nariz (por debajo de los ojos) hasta por debajo de la barbilla.
En todas las demás posiciones, lo único que haces es contaminarte y usar mal la mascarilla. Eso significa, que deja de ser segura.
Hay que asegurarse de que se ajusta muy bien por la parte de la nariz y por los laterales, para que el aire que espiramos no salga por ningún hueco.
Si te vas a quitar la mascarilla para comer, beber, porque estás en un entorno seguro… por lo que sea.
¡No te la cuelgues en ninguna parte del cuerpo ni la toques más que por las gomas!
El exterior de las mascarillas están expuestas al coronavirus. Si tocas esa parte, sin lavarte las manos, y luego te tocas la cara o cualquier cosa, estarás expuesto/a y no habrá servido de nada que la lleves.
«La superficie externa de la mascarilla se considera un vehículo de transmisión, nos podemos auto contagiar«, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
Y una vez te la quites, como te explicamos un poco más adelante, guárdalas, a ser posible, en un envase cerrado de papel (como las bolsas de DisfrutaBox por ejemplo) o un sobre preferiblemente, mejor que de plástico. En el plástico se concentra más la humedad y bacterias indeseadas.
¡No las tires al suelo ni las dejes expuestas a que alguien las pueda tocar!
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