Más ligera, más fresca y con todo el sabor de siempre
¿Quién dijo que una lasaña tiene que ser pesada?
Esta receta te demuestra justo lo contrario: con patata en lugar de pasta, sin bechamel clásica y con el toque cremoso de la LECHE IDEAL, disfrutarás de un plato más ligero, fácil y absolutamente delicioso.
El resultado es una lasaña jugosa, doradita en la superficie y con capas que se funden en cada bocado. Una versión veraniega que puedes preparar sin miedo a que se convierta en un plato demasiado contundente.