7 planes para hacer en solitario al menos una vez en la vida

Y no, no hace falta estar soltero/a para ello. Estos planes para hacer en solitario son una forma de disfrutar de tiempo contigo mismo, y atreverte a hacer cosas solo/a, sea cual sea tu situación sentimental.

Estamos tan acostumbrados (y a veces condicionados) a hacer las cosas en compañía que, llegamos a creer que es la única forma de disfrutarlas. Pero hacer ciertas actividades en solitario te aportará experiencias diferentes y en algunos casos, hasta te gustarán más. Te contamos algunas de ellas que tienes que probar al menos una vez en la vida… sigue leyendo.

7 planes para hacer en solitario al menos una vez en la vida — Foto de Andrea Piacquadio

Y como verás son planes muy cotidianos que seguro que has realizado cientos de veces… pero siempre en compañía.

Hoy te proponemos un reto: que pruebes a disfrutar de estos planes tú solo/a. Vivas la experiencia, sin expectativas.

Algunos de ellos te gustarán, otros no los volverás a repetir y seguro que en alguno de ellos descubres una nueva forma de disfrutar de tu tiempo.

¿Te apuntas? Pues mira la lista de experiencias 👇👇

Planes para hacer en solitario que hay que probar al menos una vez en la vida

Invítate a comer
Sin duda, salir a comer por ahí, es una forma maravillosa de socializar. Y hacerlo con amigos y familias siempre suma.
Pero ¿has probado a hacerlo alguna vez solo? Es una experiencia totalmente distinta.
Puede que al principio te resulte extraño y hasta incómodo. Por aquí muchos coincidimos en que las primeras veces, nos sentíamos observados, como si la gente nos mirara (algo que estaba más en nuestra imaginación que sucediendo de verdad).
Pero si te relajas puedes empezar a disfrutar de la comida con calma, acompañada incluso de un buen libro. Pero sobre todo, disfrutando de ese ratito para ti y contigo.
¿A qué restaurante ir? Pues a cualquiera que te apetezca. Evita al principio sitios donde te puedan conocer, para que no tengas que dar demasiadas explicaciones. Pero sobre todo la idea es que vayas a locales donde disfrutar de la comida, y a tu gusto. No tendrás que ponerte de acuerdo con nadie.
Realiza un viaje
Quizás este es uno de los planes en solitario más difíciles de conseguir (y no por una cuestión de ganas), porque conciliar trabajo, familia y escapada puede no ser siempre posible. Pero si tienes la oportunidad de irte contigo mismo a un destino que te apetezca mucho y te es posible, intenta organizarlo. No tiene que ser un viaje de un mes, puede ser un viaje de un solo día, un fin de semana… el tiempo lo decides tú.
Regálate una noche de hotel
Es posible que esta tercera opción sea más fácil de hacer que la segunda, y puede ser un buen comienzo para atreverte con la anterior.
Aquí el pack que reserves también será cosa tuya. Puede ser solo alojamiento y dedicarte ese día a descansar y hacer lo que te apetezca. O puedes añadirle mimos: spa, gimnasio, comida o cena, un buen desayuno… no te prives en cuanto a regalarte un capricho y premiarte para disfrutarlo al máximo.
Empieza un nuevo hobby
Otra forma de dedicarte tiempo es haciendo algo que te gusta (ya lo hemos dicho muchas veces). Pero en este caso, hazlo tú solo. Que sea tu momento.
Te dejamos una lista de hobbies para mejorar tu vida y relajarte que puedes aprender este año.
Disfruta de un concierto, una obra de teatro, un museo…
¿No te ocurre a veces que te apetece ir a un concierto/obra de teatro, exposición… y pierdes la oportunidad porque nadie se apunta?
Pues aquí va el reto: cómprate tu entrada y vete solo/a. Disfruta, a tu aire y vívelo de una forma totalmente diferente.
Si no es lo tuyo, también vale. Pero tendrás que comprobarlo ¿no crees?
Vete al cine
Esta es otra de las actividades que tendemos a hacerlas en compañía. Pero en solitario, son muchas las personas que lo disfrutan muchísimo.
Cómprate tus palomitas (o lo que te guste disfrutar en el cine), elige tú la película, la sesión y no cuentes con nadie más.
Apúntate a un voluntariado
Las ventajas de ayudar de forma altruista va más allá de nuestro propio bienestar. Pero a veces no lo hacemos por no encontrar a una persona con la que compartir esta inquietud. Si es tu caso, no esperes a nadie más. Busca una buena causa en la que te apetezca participar activamente, y pruébalo tú mismo.