Beneficios de la Quinoa y el amaranto y otras curiosidades de estos ‘superalimentos’
Los beneficios de la quinoa llevan ya varios años resonando y que son muchos, ya lo sabemos. Es un ‘superalimento’, eso también es oficial. El amaranto es relativamente más nuevo, pero sus beneficios también son históricos. Son dos de los pseudocerales más famosos y que formen parte de tus menús, no solo es un acierto… sino todo beneficios.
¿Qué hace a la quinoa y al amaranto tan especiales? Pues que son uno de los alimentos más completos. En el caso de la quinoa, además benefician a muchos colectivos: niños, embarazadas, deportistas, diabéticos, personas que quieren adelgazar, intolerantes al gluten, personas deprimidas, con colesterol, con estreñimiento… en fin.
Sigue leyendo y te lo contamos todos sobre la quinoa… ¡y el amaranto! Que si no lo conocías, te lo presentamos también.
Beneficios de la Quinoa:
A pesar de que su existencia es muy antigua, y en los pueblos Andinos ha sido alimento principal en los últimos 5.000 años, la quinoa no se empezó a hacer popular en la alimentación occidental hasta que los astronautas de la NASA lo establecieron como alimento fundamental.
Y en 2013 la FAO lo declaró alimento del año. Desde entonces se ha convertido en un básico no solo para los deportistas, también para la población en general, por los reconocidos beneficios de la quinoa.
Según la FAO, es “el único alimento vegetal que posee todos los aminoácidos esenciales, oligoelementos y vitaminas para la vida, además de no contener gluten”. Y es que, todos son beneficios cuando hablamos de la quinoa… pero te contamos algunas de sus principales bondades:
- Su aporte en proteína es superior al de cualquier cereal (23%) aunque no al de las legumbres. Y no solo eso, estas proteínas vegetales son de alto valor biológico porque contienen todos los aminoácidos esenciales para el ser humano, en las proporciones adecuadas.
Lo que le convierte, a su vez, en un alimento ideal para los veganos. - Rica en Vitaminas del tipo B, C, E, tiamina, rivoflavina y niacina.
- También es rica en aminoácidos que favorecen el desarrollo cerebral como el ácido fólico.
- Contiene carbohiratos complejos: que son más saciantes y mantiene los niveles de energía más tiempo que los simples.
- Aporta grasas buenas, como los ácidos grasos Omega 3 y 6.
- Rica en fibra: aporta 15 g por cada 100, que es lo máximo de tipo soluble. Y rica también en minerales como el hierro, calcio, potasio, magnesio, fósforo, zinc, manganeso, cobre y litio (en pequeñas cantidades estos dos últimos).
- Previene numerosas enfermedades: cáncer de mama, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, gonorrea, tuberculosis….
- Contiene sustancias alcalinas como magnesio, calcio y oligoelementos y es utilizada como remedio natural para esguinces y torceduras.
- Es antioxidante: rica en quercetina y kaemferol, potentes antioxidantes vegetales que ayudan a depurar el organismo y mejorar la salud.
- Bueno para diabéticos (por su bajo aporte glucémico) y para celiácos (no contiene gluten) y además su harina se puede utilizar en sustitución de otras con gluten.
- Sabor neutro: lo que le da una gran versatilidad en la cocina que te permite utilizarlo para casi cualquier plato: ensaladas, sopas, guisos, postres, desayunos, base de masas como pizza… podrás utilizarlo en infinidad de platos.
- Ayuda a regular el tránsito intestinal (y alivia el estreñimiento) aportando mejores digestiones.
- Es fuente de litio que ayudará a regular el estrés y a disminuir la depresión.
- Es un alimento ideal para deportistas porque contiene los 9 aminoácidos esenciales que necesita nuestro cuerpo para contruir el músculo y recuperarse de los entrenamientos duros.
Tipos de Quinoa:
Encontrar la Quinoa ahora es muy sencilla, y más allá de los herbolarios, la encontrarás ya en tus puntos de venta habitual. Existen varios tipos de quinoa:
- Quinoa Blanca: es quizá la variedad más conocida. Es la que contiene menos calorías y se puede adaptar a casi cualquier receta de cocina. Su sabor es el más neutro.
- Quinoa Roja: es la que contiene menos grasas, más fibra y la más alta en carbohidratos, lo que la hace un excelente alimento para deportistas. Tiene un sabor similar a la nuez.
- Quinoa Negra: ideal para complementar ensaladas, sopas o como acompañamiento para cualquier receta. Es el resultado de cruzar semillas de quinoa y de espinacas. Es más crujiente y tiene un sabor algo más dulce. Rica en litio y antioxidantes, posse también propiedades antiiflamatorias y cicatrizantes.
Y si quieres disfrutar de los beneficios de las tres variedades, Goya tiene a la venta (además de los diferentes tipos de quinoa y el amaranto también) la Quinoa Tricolor, que aporta los beneficios y el sabor de las tres variedades.
Cómo cocinar la Quinoa:
La quinoa se cocina como cualquier otro cereal. Es decir, hay que cocerlo… pero antes de cocerlo tienes que lavarla bien. También la encontrarás en harina.
Ya te lo hemos contado en nuestra receta de Pizza de quinoa, una masa fácil, sin gluten, rica y saludable. Pero es importante lavar la quinoa muy bien antes de empezar a cocinarla.
1. Lavar bien la Quinoa
Cuando viene envasada no suele haber problema, porque ya la han limpiado (aunque no está de más lavarla bien). Pero si la compras a granel, seguramente la quinoa tenga SAPONINA pegada a sus granos. En grandes dosis, este elemento puede ser tóxico. Y en pequeñas impide la absorción del hierro, incrementa el colesterol en sangre… En resumen, que hay que lavar muy bien la quinoa.
Para eso: ponla en un escurridor, y debajo del grifo frota muy bien con las manos. Verás que desde el principio se forma una espuma que se irá quitando a medida que vas lavando y frotando. No dejes de hacerlo hasta que esa espuma haya desaparecido completamente. Cuando la espuma desaparezca, significará que también desaparece la saponina.
Si tu quinoa no está limpia, procura no dejarla en remojo. La saponina no desaparecerá así. Es importante aprovechar todos los beneficios de la quinoa.
Una vez lavada…
2. Cuece la quinoa
El paso de cocción es sencillo:
TRUCO: «Para que la quinoa esté suelta, no quede blanda ni pastosa, y gane sabor, hay un truco sencillo que podemos hacer: se trata de tostar o sofreír las semillas antes de cocer.
Es un proceso muy parecido al que realizamos con el arroz. Podemos tostar las semillas solas o hacer con ellas un sofrito con una cucharadita de aceite. Si lo preferimos, podemos añadir sabor usando ajo, cebolla, tomate o cualquier especia en ese sofrito. ¡Pero no te pases!»
Recetas de recupete
- Necesitas dos partes de agua o tres, por cada una de quinoa.
- Pon agua con sal y cuando empiece a hervir, añade la quinoa. Déjala cocer a fuego medio y con la olla tapada unos 15 minutos.
- Sabrás que la quinoa está bien cocida cuando: haya duplicado su volumen original y esté transparente. Tiene que estar al dente y esponjosa (evita que quede muy blanda). Una vez tengas ese punto, corta la cocción escurriéndola y echando un poco de agua fría.
3. Deja secar y reposar la quinoa
- La quinoa necesita reposar. Después de escurrirla, déjala secar bien y reposar.
- Si no vas a prepararla ya, métela en el recipiente donde la hayas cocinado, y tápala. Antes de utilizarla, con un tenedor, airéala.
Otro de los beneficios de la quinoa es que puede congelarse y durar una semana cocida en la nevera.
Y si quieres utilizarla como base de pizza, no tendrás que cocerla… aquí te explicamos cómo hacerla en crudo e hidratada ??
Y así también disfrutarás de todos los beneficios de la quinoa.
¿Qué es el amaranto?
El amaranto es un pseudocereal que como la quinoa, tiene muchas propiedades saludables. Y se puede aplicar también en tantos usos culinarios como el arroz, por ejemplo.
Por todo ello es considerado otro ‘superalimento’ y aunque es relativamente nuevo para nosotros, es un alimento ancestral en la cultura americana precolombina.
Con más de 800 especies los principales cultivos de Amaranto están en Perú, Ecuador, Bolivia y Argentina.
La NASA ha denominado como Cells (Controlled Ecological Life Support System) el cultivo de amaranto, por la capacidad de eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera y proporcionar alimento, oxígeno y agua a los astronautas, que como la quinoa, es uno de sus alimentos principales en los viajes espaciales.
La ONU también lo define como uno de los 36 vegetales con mayor potencial alimenticio para la humanidad, debido a su riqueza en minerales y proteínas, su resistencia a la sequía y su gran rendimiento agrícola.
Puedes encontrar el amaranto en grano (como el Amaranto Goya) y en harina. Y lo puedes preparar en ensaladas, sopas, como guarnición y hasta para recetas dulces como galletas, barritas energéticas o panes.
Beneficios del amaranto
- No contiene gluten.
- Ideal para diabéticos por su bajo índice glucémico, para los celíacos (no contiene gluten) y para los vegetarianos.
- Previene enfermedades cardiovasculares y es bueno consumirlo si ya las padeces.
- Controla la presióna arterial
- Es un antioxidante natural, genial para combatir el envejecimiento prematuro de las células.
- Aporta energía, es rico en proteínas (similar al de las legumbres), hidratos de carbono, aminoácidos, vitaminas del grupo A, C y B, minerales y oligoelementos, lo que le hace muy reconstituyente. Es fuente también de ácido fólico que ayuda a prevenir la anemia.
- Gran fuente de hierro, calcio (superior a la que aporta cualquier otro cereal) yfósforo, aporta también una buena dosis de magnesio, zinc y selenio (genial para estimular el sistema inmunitario) y aminoácidos.
- Muy digestivo por lo que es perfecto cuando se tienen problemas digestivos o dificultad para asimilar determinados nutrientes.
- Reduce los niveles de colesterol en sangre.
- Rico en fibra.
- Mejora el rendimiento físico y mental.
- Mejora la salud de nuestra piel y fortalece el cabello (tómalo si se te cae mucho el pelo).
Cómo cocinar el amaranto:
El amaranto se puede tomar cocido, tostado, en forma de palomitas y en forma de harina o germinado. También lo puedes utilizar para rebozar, junto con pan o harina, otros alimentos, dándole un toque muy crunch. Y como la quiinoa, se puede preparar para un montón de platos: dulces, salados y para cualquier momento del día (comida, desayuno, merienda o cena).
A diferencia de la quinoa, sí que tiene un sabor característico que puedes suavizarlo mezclándolo con quinoa u otros cereales (cuscús, arroz…)
Tienes que cocerlo (dos tazas y media de agua por 1 de amaranto, si no lo pones antes a remojo, si lo pones a remojo necesitarás menos).
Cuécelo con la olla tapada unos 30 minutos o hasta que absorba el agua. Después retira del fuego y déjalo reposar unos 10 minutos. Añadele apio a la cocción.
PALOMITAS DE AMARANTO
Calienta una sartén o cazo (sin ningún tipo de grasa) a fuego medio. Cuando el recipiente esté caliente añade las semillas de amaranto. Tápalo porque empezarán a saltar. Una vez estén bien calientes. Retira del fuego y mueve la sartén o el cazo (todavía tapada) hasta que tomen forma las palomitas.
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Fuentes: Elle, Womenshealthmag, CuerpoMente
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