Te ha pasado que al cocinar tus costillas asadas, se quedan o muy secas, o demasiado crudas, o cuesta mucho comerlas porque están demasiado adheridas al hueso… en fin, que nunca terminan de gustarte al 100% y no acabas de pillarle el punto. Tenemos el truco para que tus costillas asadas queden en su punto.
Tiernas, muy melosas, el hueso se despegará de la carne con tan solo tirar de ellas. ¡Se desharán en tu boca!
Y sí, se trata de cocerlas antes, pero no se trata de cocerlas de cualquier manera. Sigue leyendo y te contamos cómo hacerlo.