10 hábitos de vida que te van a hacer sentirte bien
Llevar una vida saludable y en la que nos sintamos bien cada día, no es algo fácil. Además, las circunstancias de cada uno a veces no ayudan para que conseguirlo sea fácil. Por lo que no te vamos a dar una guía mágica de cómo sentirte bien. Porque no creemos que exista. Pero sí te vamos a contar 10 hábitos, que puedes incorporar a tu vida (poco a poco), para que en el algún aspecto de tu vida te sientas mejor.
La mayor parte del tiempo estamos tan inmersos en un sinfín de ocupaciones y elementos distractores, que hacen que pasemos por alto algunos aspectos importantes como brindarnos la atención que merecemos. Con el propósito de apoyarte en la impostergable tarea de velar por tu bienestar, aquí te dejamos 10 hábitos de vida que te van a hacer sentirte bien.
1. Cuida tu alimentación, uno de los hábitos de vida más necesarios
Tratar de comer saludablemente requiere, en muchas ocasiones, un cambio total de hábitos. Pero no es ni muy difícil ni imposible. Se necesita constancia, fuerza de voluntad y optar por alimentos frescos y naturales que nos harán dedicarle un ratito más a la cocina para saber qué comemos. Evita sobre todo los alimentos ultraprocesados y precocinados, así como las harinas y azúcares refinados.
Sabemos que el ritmo de vida que llevas muchas veces te condiciona a comer lo primero que tengas a mano. En este sentido, lo recomendado es planificar un menú semanal para que organices tus raciones, haciendo la compra en base a lo planificado. Así te será más fácil alimentarte adecuadamente y tu cuerpo lo agradecerá.
2. No olvides hidratarte
En algunos casos, por descuido, olvidamos beber suficiente agua y este es un grave error que acarrea consecuencias al organismo. Ya os hemos hablado en otro consejo de La importancia de estar correctamente hidratado. Pero es importante insistir en que la falta de una correcta hidratación, afecta el normal funcionamiento de los procesos vitales, así como también se refleja en nuestra piel y aspecto (más cansado y seco).
Lo ideal es que bebas al menos un litro y medio de agua al día. Por ello es necesario que tomes ciertas medidas que te faciliten esa ingesta. Como por ejemplo, llevar una botella en tu bolso siempre, vayas donde vayas. Durante el tiempo que pases trabajando y en casa, lo mismo, ten una botella de al menos 500 ml a mano y llena de agua para que vayas bebiendo a menudo. Evita que sea un vasito porque no te vas a estar levantando tantas veces como para completar los 1.500 ml.
3. Respeta las horas de sueño
Se estima conveniente dormir plácidamente entre 7 y 8 horas, a fin de reponerte para empezar un nuevo día con energía renovada.
Para conciliar fácilmente el sueño, procura irte a la cama tranquilo/a, evitando elementos que puedan perturbar la calidad del sueño, tales como: el móvil, consumir comidas pesadas, iniciar alguna actividad durante la noche que se pueda prolongar, etc.
4. Realiza actividad física, uno de los hábitos de vida más recomendados
Desarrollar una rutina de entrenamiento físico o hacer algún deporte beneficia de forma determinante en lograr una mejor calidad de vida. Proponte destinar al menos 30 minutos diarios para hacer deporte, durante cinco días a la semana. Puedes acudir al gimnasio o hacer ejercicios en casa.
Fíjate como meta incorporar sencillos hábitos que te permitirán estar activa, como por ejemplo: usa las escaleras en lugar de tomar el ascensor, bájate del autobús unos kilómetros antes de llegar al trabajo y continúa andando, trasládate en bicicleta siempre que te sea posible. Trata de moverte todo lo que puedas y evita el sedentarismo.
Y sí, es dífícil empezar a hacer ejercicio… pero una vez empieces y cojas el hábito… ¡no podrás dejarlo!
5. Organiza tu agenda
Tener una agenda (electrónica o en papel) es una forma genial para liberar tu mente y organizante. Tenemos mucha carga mental y esta es una forma fácil de liberarla.
Una vez tengas tu agenda organizada, dedica una parte de tu día a hacer algo que quieras mucho hacer, y que sea ese ratito para ti. Si puede ser a primera hora del día, mejor, porque así no entrarás en la locura de la rutina que encadenará una prioridad con otra sin dejarte hacer lo que es importante para ti. Te irás a la cama mucho más satisfecho de esta manera que habiendo cumplido con todas esas obligaciones.
6. Dedica unas horas para ti, uno de los hábitos de vida que todos necesitamos
La persona con la que más tiempo pasas en la vida eres tú. Y cuanto más te cuides (por fuera y por dentro) y mejor te sientas contigo mismo, mejor podrás hacer cualquier otra cosa. Esto es muy fácil decir, y muy difícil hacer, lo sabemos. Pasamos la mayor parte de nuestra vida aprendiendo a querernos. Pero, en algún momento hay que empezar en serio. Así que resérvate ratos del día solo para ti. Los que puedas. Pero intenta que sean de calidad. Para hacer algo que te guste, te relaje, te divierta, te apetezca… algo que no sea una obligación. Solo placer.
7. Reúnete con personas con las que puedas ser tú mismo
Nada como una tarde con amigas/os para compartir experiencias, reír y recargar pilas. Mantén relaciones sociales de calidad y pasa todo el tiempo que puedas con esos familiares y amigos con los que puedes ser tú misma.
8. Desconecta de vez en cuando como uno de tus hábitos de vida
De vez en cuando, puedes hacer un alto. Dejar de lado el móvil, el correo, las redes sociales… y optar por un paseo, un libro… o cualquier otra alternativa que te haga sentir bien y relaje tu mente.
9. Medita o escribe
La meditación es una práctica que te permite hacer introspección para conocerte mejor. Y sin duda, la meditación ha demostrado grandes beneficios en el bienestar personal.
Pero no a todo el mundo le gusta o le viene bien. Así que puedes optar por escribir un diario personal. Intenta analizar el día, hablar de tus puntos fuertes y logros. Anotar esos pensamientos o situaciones que no te han hecho sentir bien para ponerlos por escrito y darles perspectiva…. o simplemente crea historias.
10. Mantén el contacto con la naturaleza
La naturaleza nos transmite energía, además de otras agradables sensaciones. Conectar nuestra esencia con la naturaleza es un recurso inigualable para mantenernos saludables. Mejoramos en todas las dimensiones vitales: cuerpo, mente y espíritu. Aprovecha cualquier oportunidad de aproximarte a la naturaleza y disfrutarla. Un paseo por el campo, por la playa, por la montaña…
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